¿Es la comida una "pelea" en casa? ¿Temes la hora de comer porque estás harto de ofrecer sobornos para que tu hijo coma verduras? ¿Intentas "engañar" a tus hijos para que coman ciertos alimentos? Para muchas familias, el tema de la comida no genera pensamientos reconfortantes, sino ansiedad. Tener un hijo quisquilloso o selectivo para comer puede ser frustrante y estresante, sobre todo si te preocupa que no coma lo suficiente para satisfacer sus necesidades.
¿Mi hijo come lo suficiente?
Tenga la seguridad de que la selectividad alimentaria durante los primeros años suele ser normal. Y, si su hijo crece y se desarrolla con normalidad, es probable que sus necesidades estén cubiertas. También es importante tener en cuenta que la mayoría de los niños tienen una capacidad natural para autorregular su ingesta de alimentos. Es decir, saben cuándo tienen hambre y cuándo han comido lo suficiente. Si usted es padre o tutor de niños, es su responsabilidad determinar qué, dónde y cuándo comer. Es responsabilidad de los niños decidir si quieren comer y cuánto. Esto se conoce como la división de la responsabilidad en la alimentación y es un enfoque bien investigado para alimentar a los niños de una manera que los anime a convertirse en comedores competentes y a desarrollar sus cuerpos de forma saludable.
Consejos útiles para los padres:
- Cree un ambiente relajado para comer. Mantenga una conversación positiva e intente establecer algunos límites importantes, como no usar juguetes, aparatos electrónicos, dispositivos personales ni la televisión durante las comidas.
- Involucre a su hijo. Cuanto más participen los niños en la elección y preparación de los alimentos, más probable será que los coman.
- ¡Evite el soborno! Evite sobornar o presionar a sus hijos para que coman verduras ofreciéndoles postre como recompensa. Las investigaciones demuestran que sobornar a los niños para que coman alimentos saludables no fomenta preferencias alimentarias saludables y les enseña que el postre tiene mayor valor.
- Devuélvele el control de la comida. Cuando comer se convierte en una fuente de estrés o conflicto, tu hijo puede desarrollar una actitud negativa hacia la comida. En lugar de eso, permítele controlar su propia alimentación.
- Ofrezca alimentos nuevos junto con los que ya conoce. En cada comida, ofrezca pequeñas cantidades de uno o dos alimentos que sepa que su hijo comerá. Ofrezca alimentos nuevos junto con los que ya conoce.
- Inténtalo una y otra vez. Si tu hijo no quiere comer algo un día, no significa que nunca lo vaya a comer. Sigue ofreciéndoselo en porciones pequeñas, sin presionarlo ni sobornarlo para que lo coma.
- Sé un ejemplo de alimentación saludable. Los niños prestan atención a todos los que los rodean. ¡La mejor manera de influir en ellos es con el ejemplo!
- Incorpore nutrientes a sus refrigerios. Ofrezca opciones de refrigerios nutritivos. Para obtener proteínas adicionales con el sabor de un bocadito crujiente de arroz, sugiera el yogur de vainilla familiar NuGo .
Referencia: Instituto Ellyn Satter
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